La temperatura de la tierra ha estado cambiando desde sus orígenes y han existido periodos de altísimas temperaturas y periodos en los que el hielo cubría toda la superficie terrestre. Al contrario de lo que se cree, estos cambios naturales son positivos y han permitido que la vida se desarrolle. Así por ejemplo, fue en el periodo de altísimas temperaturas donde se formó la atmosfera que protege al planeta de los rayos del sol, pero a la vez mantiene la temperatura ideal para garantizar la vida, y fue en el periodo de hielo donde se formaron los glaciares, los cuales son la fuente de agua potable para gran parte de la humanidad. Los cambios en la temperatura del planeta son naturales, pero cuando estos cambios son producidos por la actividad humana se conoce como Cambio Climático.
La temperatura de la Tierra es un sistema dinámico con su propio mecanismo de regulación. Sin embargo, este sistema de regulación es vulnerable y la actividad humana ha hecho que cambie radicalmente en periodos cortos de tiempo. Para entender lo vulnerable que puede ser la atmosfera de la tierra, es necesario identificar que la atmosfera que protege a la tierra es muy pequeña, tan pequeña que en estado líquido los gases de la atmosfera ocuparían un 0,2% del tamaño de los océanos. La composición de la atmosfera es 78,084% Nitrógeno, 20,947% Oxígeno, 0,934% Argón y solo el 0, 0350% es Dióxido de Carbono CO2. Siendo el más pequeño de los gases de la atmosfera, el CO2 es el que permite la salida de los gases que calientan la tierra, pero si la composición de CO2 aumenta, estos gases no podrán salir quedando encerrados en la atmosfera terrestre, calentado la tierra y produciendo profundos cambios.
La dependencia del hombre a combustibles fósiles ha aumentado las concentraciones de CO2 en la atmosfera y los datos demuestran que este aumento en la concentración de CO2 produce, en igual medida, aumento de la temperatura del planeta. Los efectos del aumento de la temperatura ya son claramente visibles, por ejemplo, el deshielo de los polos y glaciares, las oleadas de calor y de sequía, seguidas por temporadas de excesiva lluvia, la formación de tornados y huracanes en latitudes en donde nunca antes existía precedentes y el registro de los años más calurosos consecutivamente durante la última década, son evidencia preocupante de que el fenómeno del cambio climático está presente y es necesario tomar acciones para detener desacelerarlo.
A pesar que muchos de los efectos son irreversibles, es necesario tomar acciones para que el problema no empeore. Es importante destacar que las naciones y las principales potencias mundiales están enfocando esfuerzos para desacelerar los cambios. La cumbre de Copenhague y el acuerdo por disminuir en dos grados la temperatura del planeta, son avances en la materia. Pero no solo las políticas mundiales son las encargadas de combatir el cambio climático. Las personas debemos contribuir a la solución. La forma en que podemos cooperar es concientizándonos que nuestro estilo de vida tienen efecto sobre el medio ambiente. Sí cada persona pudiera disminuir su Huella Ecológica y además influyera en la conciencia ecológica de las personas a su alrededor, el planeta tendría esperanza. Algunas de las medidas que podemos tomar son disminuir el uso de vehículos para transportar únicamente a una persona, comprar alimentos producidos cerca de nuestros hogares y evitar la compra de alimentos que requieran demasiado transporte, racionalizar el consumo de electricidad y agua, utilizar nuestro propio Mug para tomar café en clase y llevar nuestras propias bolsas cuando hacemos el mercado, son soluciones prácticas que todos podemos practicar para ser parte de la solución.